La historia de una errata

Esta pequeña historia es algo que suele suceder cuando buscamos libros filipinos. Hasta ahora solo habíamos incluido un libro de Evangelina Guerrero Zacarías: Kaleidoscopio espiritual. Es el poemario que aparece en todas las bibliotecas consultadas y que está disponible online. Sin embargo, sabíamos por consultas a periódicos y por antologías como la de Pilar Mariño que había escrito muchos cuentos, aunque no habíamos dado con ningún poemario suyo en ninguna biblioteca de las consultadas. El otro día, consultando el libro de Estanislao Alinea Historia analítica de la literatura filipino-hispana, vi que mencionaba un libro de relatos, de Evangelina Guerrero llamado Primicias. Decidí consultar por el título, en lugar de por el autor, los catálogos de bibliotecas habituales y… efectivamente fue encontrado: en la National Library of the Philippines, que a pesar de tener desactivado el buscador del catálogo (desde hace meses solo se pueden consultar tesis y tesinas), todavía se puede “engañar” y hacer que enseñe sus fondos haciendo búsquedas en Google con el prefijo “nlp koha”. No lo habíamos encontrado antes porque en el nombre de la autora, en lugar de poner “Evangelina Guerrero” ponía “Evangeline Guerrero”. ¡Por solo una letra estaba desaparecido!

Registro del catálogo de la Biblioteca Nacional de Filipinas con la errata dichosa.
http://koha.nlp.gov.ph/cgi-bin/koha/opac-ISBDdetail.pl?bib=165310

Como decía es frecuente. Si alguien busca la última novela de Antonio M. Abad en la misma biblioteca por su título, La vida secreta de Daniel Espeña, encontrará que no existe. Hay que variar algunas letras hasta llegar a La vida secreta de Daniel Espina para que nos aparezca en el catálogo:

Entrada del libro ‘La vida secreta de Daniel Espeña’ de Antonio Abad, en la National Library of the Philippines, con una errata en el apellido del protagonista

Tampoco encontraremos la misma novela en el catálogo de la Universidad Ateneo de Manila si la buscamos por el correcto apellido del protagonista. Esta vez nos aparecerá si quitamos la ñ y ponemos un símbolo raro a la “a”. El problema es que aquí ni siquiera aparecerá en una búsqueda por el nombre del autor, porque no aparece completo (con lo que se considera alguien diferente a Antonio M. Abad):

Entrada de ‘La vida secreta de Daniel Espeña’ en el catálogo de la Rizal Library de la Universidad Ateneo de Manila.

A pesar de que los ejemplos dados aquí proceden de bibliotecas filipinas, las erratas son omnipresentes en los catálogos de todo el mundo, especialmente cuando el idioma del libro es diferente al idioma del país. Lo mejor es no darse por vencido e intentar la búsqueda de diferentes maneras (autor, título, variantes…).

2 Replies to “La historia de una errata”

  1. Consulté Primicias hace 30 años. No es un libro sino una colección mecanografiada de cuentos, y algunas poesías en prosa de carácter sentimental, un género por la cual se conocía a Evangelina Guerrero como la principal cultivadora en los años 30. Parece que Mariño no había tenido noticias de esta colección porque ningún cuento que aparece en Primicias se encuentra en su Philipine Short Stories in Spanish, 1900-1941 (1989).

    1. Gracias por el comentario, Wystan. Es, efectivamente, una colección mecanografiada de cuentos que puestos todos juntos conforman un libro, por esto lo hemos censado como tal. Y al ser cuentos son ficción, pero no nos referimos a que sean novelas. Hemos decidido por simplificar, poner como ficción tanto géneros largos como cortos, porque la subclasificación en cuentos, novelas, novelas breves etc. era bastante complicada y confusa. Así que ficción denomina a cualquier género en prosa, que no se representa sobre un escenario y que no se basa en lo real (como sí que lo hacen por lo general las biografías, los libros de viaje, los ensayos etc.)

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